
Proyectos análogos o analogía
Cuando desarrollamos un diseño es conveniente conocer (ir a visitar o ver en libros y revistas) diseños similares, ya sea nacionales o extranjeros; y, más importante aún, analizar proyectos análogos o similares que esté en funcionamiento.

La analogía es el medio básico de la lógica subjetiva de las personas, basado en la sistemática aproximación a la comparación de objetos. Hacer analogías desarrolla la intuición y la imaginación, como de hecho es el resultado de la síntesis cualitativa de la aparición del sistema técnico por una lejana similitud. El desarrollo profesional de los diseñadores está relacionado con la gradual adquisición y desarrollo de la capacidad de las técnicas sinécticas.
- ¿Cómo funciona el local?
- ¿Qué contradicciones se presentan?
- ¿Están bien resueltos los flujos?
- ¿Qué ocurre con las circulaciones?
- ¿Hace falta algunos espacios?
- ¿El local es fresco? ¿Caluroso? ¿Por qué?
- ¿Qué espacios se utilizan más?
- ¿Cuál es su forma? ¿Cómo es su estructura?
- ¿Qué problemas observamos?
El conocimiento de los proyectos análogos es importante porque a través de su análisis encontraremos las contradicciones que debemos superar.

Estudiaremos su funcionamiento, sus espacios, su forma y su construcción y de este análisis sacaremos muchas ideas nuevas que enriquecerán nuestro diseño. Tal vez nos demos cuenta que hace falta un espacio para determinada actividad, por ejemplo, un espacio para almacenar algo, o que no se contempló la posibilidad que accedan personas discapacitadas al local, etc.

De la práctica sacamos la teoría. Del análisis de los proyectos análogos iremos sacando las ideas para que nuestro diseño responda mejor a las necesidades de los usuarios.
Habilidades del diseño arquitectónico
El aprendizaje de cómo diseñar debe incluir el ir adquiriendo gradualmente la habilidad de registrar en nuestras mentes los detalles de las edificaciones y espacios urbanos que veamos en la realidad y en los libros, revistas, películas, etc. Recordar proporciones, colores, texturas, muebles, decoración, detalles constructivos, etc. La capacidad y habilidad para diseñar obras de arquitectura tiene mucho que ver con la mayor o menor cantidad de imágenes de obras de arquitectura y de espacios urbanos que tenemos grabados en nuestras mentes.

Es conveniente aprender a calcular rápidamente las dimensiones de edificios, calles, plazas, etc. Para esto es muy útil conocer cuánto miden nuestros pasos y cuánto miden nuestras cuartas y nuestros pulgares para poder calcular aproximada y rápidamente las dimensiones de los espacios y de los objetos sin estar dependiendo de cintas métricas.
Incluso debemos ser capaces de calcular las dimensiones de los edificios, calles, plazas, lotes de terreno, altura de postes, etc. con sólo verlos. Esto lo lograremos ejercitándonos. Poco a poco nos daremos cuenta de que no necesitaremos utilizar cintas métricas para calcular las medidas porque al observar diferentes objetos o dibujos los mediremos “al ojo”. Cuando visitemos una edificación o un espacio urbano o veamos el dibujo de un edificio podremos calcular sus dimensiones con una mirada.
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