El proceso de diseño arquitectónico

Para realizar el proceso de diseño arquitectónico hay mucho que conocer, razonar y proponer. Cada vez que alguien nos pide que realicemos un diseño nos hacemos muchas preguntas.

Tenemos mucho en qué pensar, son muchos los aspectos que relacionar, hay muchas decisiones que tomar.

El proceso de diseño arquitectónico 2

Las primeras preguntas para realizar un proceso de diseño arquitectónico son:

  • ¿Para quién será la obra?
  • ¿Quién la utilizará?
  •  ¿En dónde estará ubicada?
  •  ¿Qué actividades se realizarán en ella?
  •  ¿Con qué recursos financieros y tecnológicos se cuenta para construirla?

Con nuestro diseño procuraremos dar una respuesta adecuada a las necesidades físicas y psicológicas de las personas que utilizarán la obra arquitectónica, pero también tendremos que lograr que dicho diseño de relaciones armoniosamente con el entorno, que no dañe el medio ambiente ni desperdicie energía.

El diseño arquitectónico se desarrolla a través de un proceso que se inicia con el conocimiento de determinadas necesidades concretas de alojamiento, y termina con la propuesta gráfica de cómo se resolverán dichas necesidades. Con el proyecto nos proponemos expresar de manera anticipada cómo será la obra.

Decimos que el diseño de un proyecto se desarrolla mediante un proceso porque pasamos por una serie de fases sucesivas y por muchos tanteos que nos van aproximando a la solución final.

Generalmente, lo primero que hacemos para empezar con el proceso de diseño arquitectónico es conocer a las personas que utilizarán la obra a diseñar y preguntarles qué necesidades arquitectónicas tienen y con qué recursos cuentan. Es importante conocer bien sus necesidades, deseos, costumbres e ideas para hacer un diseño que responda a sus requerimientos y expectativas. Lo siguiente es conocer el lugar en donde se ubicará la obra, en el caso de que dichas personas ya tengan elegido un lugar. De no ser así, podemos ayudarles a elegir un sitio adecuado.

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El proceso de diseño arquitectónico

El arquitecto, al diseñar, parte de la necesidad de las personas que utilizarán la obra arquitectónica, de las características del lugar en donde esta se construirá y de los recursos materiales y técnicos con los que se cuenta. Por supuesto que los gustos del arquitecto también intervienen en su creación porque cada uno tiene sueños, recuerdos y experiencias que quiere revivir, etc.

Es por ello que, por ejemplo, si veinte estudiantes realizan el diseño de un edificio, digamos de la vivienda de una misma persona, se obtienen veinte soluciones diferentes, todas las cuales pueden ser válidas.

El arquitecto da respuesta a las necesidades físicas y psicológicas de las personas que utilizarán las obras arquitectónicas.

Para dar una respuesta adecuada a las necesidades corporales y espirituales de los usuarios, la arquitectura tiene que ver tanto con la razón como con el sentimiento.

Dentro de las necesidades físicas están las de poder moverse adecuadamente en los espacios, contar con una buena cantidad de aire puro para respirar, buena iluminación, privacidad, etc.

Dentro de las necesidades espirituales o psicológicas, está la necesidad estética porque no se trata solamente de crear espacios en donde los usuarios puedan desarrollar adecuadamente sus actividades, sino que estos espacios les transmitan sensaciones armónicas y agradables; espacios con buenas vistas que proporcionen tranquilidad, alegría, etc.

Conociendo a los futuros usuarios y sus necesidades, preparamos un programa de necesidades, es decir, una lista de todos los espacios que requerirá la obra, indicando los requisitos de cada uno de ellos en cuanto a su forma, tamaño, iluminación, ventilación, vistas, mobiliario, equipo, etc.

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Luego estudiamos detenidamente las relaciones entre dichos espacios.

Conociendo cuáles son los espacios necesarios y sus relaciones decidimos en qué lugar del terreno se ubicará el edificio; qué espacios quedarán al norte y cuáles al sur, al este o al oeste, cuáles cerca del acceso, cuáles retirados, etc. Es decir, haremos una zonificación.

Una vez que tenemos planteada, de manera general, la ubicación de cada espacio en el terreno, procedemos a realizar los primeros esquemas tridimensionales, empezando a darle forma a los espacios, teniendo en cuenta su función y planteando la manera de estructurarlos.

Estos esquemas se van desarrollando y mejorando paulatinamente hasta llegar a una propuesta concreta que se muestra a la persona que nos ha encargado el diseño. A dicha propuesta se le conoce con el nombre de anteproyecto.

Al diseñar un objeto arquitectónico, seguimos una serie de pasos sucesivos que se inician con el conocimiento de las necesidades y terminan con la propuesta arquitectónica. Pero no se trata de un proceso lineal ni rígido sino de un proceso dialéctico, porque constantemente vamos tomando ideas de la realidad y proponiendo nuevas alternativas, que se reajustan con mayor precisión según las confrontamos con las necesidades concretas a resolver.

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Generalmente, al realizar un diseño arquitectónico, seguimos un proceso que consta de varios pasos. Es importante que los estudiantes de arquitectura desarrollen cada uno de dichos pasos porque esto les permite adquirir un orden en el proceso mental de producir un diseño arquitectónico.

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Es necesario recalcar que el proceso de diseño no es lineal ni rígido sino flexible. Las ideas, pensamientos y procesos mentales de los seres humanos se expresan de forma integral y no separando los diferentes aspectos. En un mismo momento pensamos en mil aspectos diferentes y sería absurdo establecer un proceso de diseño rígido y lineal; pero siempre necesitamos una guía que ayude a ordenarnos. Es necesario tener en cuenta un orden, ir encauzando nuestro proceso mental, seguir algunos pasos al diseñar.

Los arquitectos experimentados muchas veces no desarrollan explícitamente todos los pasos, ya que ellos tienen tanta práctica que pueden establecer las diferentes relaciones de manera mental. Por ejemplo, a veces no necesitan dibujar organigramas o matrices porque lo hacen mentalmente.

Pasos para realizar el proceso de diseño arquitectónico

Es importante planificar nuestro trabajo, considerar los tiempos, establecer un cronograma, hacer una ruta crítica que nos ayude a organizar el trabajo, para no atrasarnos y poder cumplir con nuestros compromisos. Por lo general, los pasos que seguimos al realizar un diseño arquitectónico son los siguientes:

  • Conocimiento general del lugar en donde se construirá la obra (territorio, municipio, ciudad, poblado).
  • Conocimiento de los futuros usuarios de la obra arquitectónica y las actividades que realizarán.
  • Estudio del sitio en donde se construirá la obra (aspectos naturales, sociales y artificiales)
  • Conocimiento de modelos análogos.
  • Programa de necesidades.
  • Estudio de las relaciones entre los espacios (organigramas, flujogramas y matrices).
  • Ideas rectoras.
  • Zonificación.
  • Esquemas tridimensionales.
  • Anteproyecto.
  • Proyecto.
  • Supervisión de la obra.
  • Evaluación.

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