La idea rectora en arquitectura

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La idea rectora es la idea inicial de un proyecto. Desde que nos informamos sobre la necesidad de una determinada obra arquitectónica, desde que conversamos con los futuros usuarios y conocemos sus gustos y necesidades y cuando visitamos el terreno, iremos imaginando vagamente las formas y proporciones de los espacios y de los volúmenes, no sabremos exactamente cómo será la forma de la edificación, pero tendremos algunas ideas de cómo nos gustaría que fuera.

La idea rectora en arquitectura

Por ejemplo, tal vez pensemos que ésta debería mimetizarse con el entorno o que debería sobresalir como un hito, que sea muy transparente o muy cerrada hacia el exterior, que se integre con la vegetación, que denote poder o seguridad o, quizás, que sea alegre o divertida. Es necesario ir definiendo algunas ideas que guiarán nuestro trabajo. Estas ideas se suelen llamar las “ideas rectoras”.

Las idea rectora con frecuencia provienen de nuestra imaginación, pero también de algunos sueños o deseos expresados por quien solicita el diseño.

Ejemplo de la idea rectora en arquitectura

Por ejemplo, alguna persona puede decirnos: “deseo un edificio muy moderno, con mucho vidrio”, otra podría pedirnos: “quiero que mi casa tenga un balcón colonial”. Un cliente podría expresar: “me gustaría que al diseñar el restaurante de mariscos se inspire en la forma de una langosta”.

Tal vez nos dicen que quieren que “haya un patio central, como en los antiguos conventos” o tal vez desean “que el edificio sea orgánico, con paredes sinuosas” o, como le dijeron a un amigo arquitecto unas monjitas: “puede ser moderno o antiguo, pero queremos que sea sencillo, muy alegre y luminoso.”

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